No inviertas en diferenciación para tu empresa
¿Dejarías a tu competencia tomar las decisiones de tu empresa? Tal vez lo estás haciendo y no te has dado cuenta.
Diferenciación: Es el proceso de distinguir un producto o servicio de otros, para hacerlo más atractivo a un mercado en particular.
Para mí, invertir en diferenciación es como pintar la fachada de tu casa de color "diferente a mis vecinos". Sí, tu casa seguramente será distinta pero no será auténtica. No será de tu color favorito, sino del color que no es el favorito de otros.
Visto de otra manera, invertir en diferenciación es como navegar sin un plan y tomar como bueno cualquier destino desconocido para otros. Con esta manera de pensar, dejas de preguntarte hacia dónde tú quieres llegar y sucede algo curioso: indirectamente permites que el único timonel de tu barco sea tu competencia. Me parece que así sólo llegarás a donde no vale la pena.
La paradójica alternativa a la diferenciación
Cuando buscas ser diferente, el mejor consejo es un eficaz cliché: “sé tú mismo”. Con las empresas pasa igual.
Para hacer las cosas a nuestra manera, en nuestros propios términos y con un estilo propio, debemos enfocarnos en lo que somos y queremos ser. Sólo así podremos hacer algo que será diferente.
Por supuesto, debemos hacer benchmarking, investigar y analizar nuestro entorno. Pero sólo para ubicar las mejores rutas y anticipar los peligros del camino que conduce hacia dónde nosotros queremos llegar.
También debemos tener en cuenta que si inicialmente queremos llegar a donde otros ya han llegado, está bien. Así han comenzado su camino grandes empresas. Pero verás que si somos auténticos, llegaremos a donde nadie más ha ido. A donde eventualmente debíamos llegar.
Gracias a mi profesor Guillermo Aguirre y a su curso de Núcleos de Innovación por la inspiración para este blog post.
